La
Unión Cívica Radical, el principal partido opositor en el Congreso de la
Nación, también votará en contra del proyecto presidencial para reabrir el
canje de la deuda pública externa y reemplazar a Estados Unidos por Argentina
como lugar de pago de la misma.
1)
Es absolutamente innecesaria. La ley
26.886 le ha otorgado al gobierno hace ya un año las herramientas jurídicas
necesarias para solucionar la situación con los fondos buitre. Incluso, esa
misma norma ha sido incumplida por el ministro de Economía quien nunca explicó
al Congreso los pasos llevados adelante en el litigio.
2) No es
la solución ni para holdouts ni para holdins.
3)
Aumenta el riesgo. Puede agravarse
la situación actual si algunos bonistas rehúsan el cambio de lugar de pago o
entiendan que se ha violado el contrato suscripto oportunamente, a la vez se
podría aumentar sensiblemente la cantidad de bonos en litigio, haciendo
peligrar la totalidad de la deuda reestructurada.
4)
Es impracticable. Pretende ratificar
por ley la violación de los compromisos asumidos contractualmente, perjudicando
además seriamente la imagen del país que necesita inversiones para su
desarrollo y no puede comprometer el futuro del país.
5)
Busca impunidad para la impericia,
la soberbia y la desastrosa gestión del gobierno que perdió un juicio que debió
ganar si actuaba con profesionalismo, humildad y responsabilidad, dejando irresponsablemente
a la Nación en manos del juez Griesa.
6)
Se recurre tardíamente al Congreso,
cuando hasta ahora han conducido el trámite de la deuda sin efectuar ni la más
mínima consulta o abrir el debate de ideas.
7)
Hipoteca el futuro. El desacato
cierra la posibilidad de financiamiento en el principal mercado internacional.
8) Estamos
dispuestos a discutir con todo el arco político una política de Estado que
resuelva definitivamente el legado del kirchnerismo para retomar la senda del
crecimiento que la Presidente ha abandonado.
9) El país no necesita una ley, mucho menos
esta ley. El gobierno busca corresponsables de su fracaso.
10)
Cabe advertir las consecuencias en la
economía real de seguir en este sendero: caída de las inversiones, aumento
de la inflación, baja del empleo, acentuación de los conflictos sociales. Es
decir, más de lo mismo en el relato K.
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